CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Se avecina una decepción para el sector energético en la razón. A 27 días de que cierre la Ronda 3.3, que oferta 9 bloques de gas, ninguna empresa privada se ha interesado por precalificar o inscribirse al concurso de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Dicha licitación es polémica por tratarse de yacimientos no convencionales (shale), donde se necesita aplicar el fracking.
Las autoridades estatales y federales celebraron la posible llegada de 2 mil 300 millones de dólares y creación de 23 mil empleos directos e indirectos.
Sin embargo, los grupos ambientalistas protestaron porque el fracking es un método de extracción de hidrocarburos que daña la salud y el medio ambiente, alertaron.
El 1 de marzo, el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell, acompañado de otros funcionarios y el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, presentó la convocatoria de la Ronda 3.3. Afuera de la oficina de la dependencia de los integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking protestaron contra el lanzamiento.
“Podemos asegurar que México ya cuenta con una regulación de vanguardia, que está a la altura de las mejores prácticas internacionales. Nuestras normas para el desarrollo de yacimientos de lutitas atiende a la preservación de los mantos acuíferos, a la disposición segura de los desechos y, en general, al cuidado del medio ambiente”, dijo Coldwell para atajar las críticas.
Desde que la Reforma Energética fue promulgada la Alianza Mexicana contra el Fracking denunció los daños del fracking o fractura hidráulica. Los activistas refieren que permitirla es una violación grave a los derechos humanos porque amenaza el agua y pone en peligro el clima del planeta.
Esta técnica de extracción, advirtieron, provoca carencia de agua, ya que cada pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua; contaminación de ríos, emisiones de gases y genera nuevas zonas sísmicas. Además, el impacto en la salud es severo ya que los pobladores cercanos a los pozos pueden enfermar de cáncer y mutaciones.
Los países que prohiben el fracking son Francia, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, República Sudafricana, República Checa, España, Suiza, Austria, Irlanda del Norte, Italia y la República de Irlanda. Las naciones que apoyan y promueven son Canadá, Estados Unidos, China, Argentina, Argelia, Australia, Colombia y Rusia. Dentro del territorio estadounidense los estados de Maryland, Vermont y Nueva York votaron leyes para impedir la fractura hidráulica.
Pese a que no había legislación y reglamentos para la fractura hidráulica en México, de 2010 a 2017 se hicieron 28 pozos exploratorios, reveló la Alianza Mexicana. Catorce puntos se ubican en Coahuila, ocho en Nuevo León y seis en Tamaulipas, de acuerdo a solicitudes de información a Pemex Exploración y Producción (PEP) y de documentos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (2016), ya no disponibles al público, citados en el informe Panorama de los Hidrocarburos no convencionales.
Analistas del sector energético citados por el experto Atzayaelh Torres consideran cuatro razones por las que fracasará la Ronda 3.3.
La primera es el bajo precio del crudo que hace inviable las grandes fuertes inversiones que requieren los nueve bloques. La segunda refiere a los problemas de inseguridad en la zona ofertada. Cinco campos se ubican en Burgos, 2 en Méndez, 1 en San Fernando y 1 en Cruillas. En San Carlos y San Nicolás también habría impacto por la explotación
Oferta polémica
La protesta social organizada en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas por los posibles daños ambientales ha influido en el nulo interés, aunque, aclara Torres, el efecto en los inversionistas es menor en comparación con la violencia.
Aunado a lo anterior, a los empresarios les preocupa el acceso basto al agua, materia necesaria para el fracking que es inyección de líquido mezclado con químicos. El Instituto de Petróleo Americano apuntó que cada pozo requiere entre 7.6 y 15 millones de litros de agua.
El pronóstico adverso para la Ronda estrella del secretario Coldwell dará al traste con la exposición del comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda Molina.
El funcionario aseguró que la regulación mexicana del fracking alentaba la inversión y garantizaba el respeto al medio ambiente. Parte de las reglas que las empresas deberán cumplir es aislar el pozo de cualquier acuífero por medio de las tuberías con cementación que evite fugas, utilizar fluidos de perforación compatibles químicamente con el agua, establecer una distancia de seguridad para acuíferos profundos y registrar microsísmica en las zonas de fractura.
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) elaboró las 3 leyes, 6 lineamientos y 11 normas oficiales para el fracking. El director ejecutivo del área, Carlos Salvador de Regules Ruiz-Funes, comentó: “los lineamientos de ASEA fueron publicados hace un año inspirados en las mejores prácticas de Canadá, Estados Unidos, Argentina, incorporando estándares de institutos técnicos internacionales y tomando en cuenta las recomendaciones de la Agencia Internacional de Energía y del Centro Mario Molina. Esta regulación abarca todo el ciclo de vida de un proyecto petrolero y regula al operador y los contratistas”.
El fracking es un método que llamó la atención de las empresas trasnacionales por el bajo costo de producción que benefició, con ganancias multimillonarias, a pequeñas perforadoras que operaban y operan en el yacimiento Eagle Ford, ubicado en el sur de Texas. La parte sur de la misma formación se ubica en el noreste de México, específicamente en Coahuila y Tamaulipas.
Iglesia contra el fracking
Siete sacerdotes católicos de Nuevo León, participantes en la oposición al fracking, exigieron a los gobiernos municipales, estatal y federal detener la entrega de recursos naturales a los intereses empresariales. “Detengamos el desastre socioambiental. No al uso del fracking, ni en Nuevo León, ni en México, porque su uso desvía recursos que deberían dirigirse a las energías renovables”, pronunciaron los clérigos.
Los párrocos José Manuel Guerrero Noyola, Luis Eduardo Villarreal Ríos, Cosme Carlos Ríos, Guillermo Flores García, Rodolfo García, y el diácono permanente, Francisco Marroquín, advirtieron que además del daño al medio ambiente y escasez de agua, habrá afectaciones ecológicas en la región noreste, principalmente en Tamaulipas y Nuevo León.
“Nosotros tenemos como referencia la encíclica del Papa Francisco Laudato si’, que toca todos los temas ambientales que están siendo vulnerados actualmente. Y los sacerdotes de aquí de Monterrey, queremos ser parte de este llamado que hacemos para vivir dignamente y para eso tenemos que atender los problemas ambientales que tenemos”, señaló el padre José Manuel Guerrero, titular de la Comisión de Medio Ambiente de la Arquidiócesis de Monterrey.
La única diócesis de Tamaulipas que se ha sumado al movimiento de los sacerdotes nuevoleoneses es la de Nuevo Laredo. El movimiento No al Fracking Nuevo León publicó una fotografía con católicos nuevolaredenses para anunciar el acompañamiento de los tamaulipecos de esa región. Hasta ahora los obispos de Matamoros y Victoria, Eugenio Lira Rugarcía y Antonio González Sánchez, respectivamente, no han expresado públicamente preocupación por a aplicación del fracking.
En Coahuila, donde Petróleos Mexicanos (Pemex) y Lewis Energy México evalúan y explotarán el yacimiento no convencional (shale) Eagle Ford, el Poder Legislativo estatal acordó iniciar una serie de consultas y foros informativos relativos al método de extracción.
El diputado local de Unidad Democrática de Coahuila (UDC), Emilio de Hoyos Montemayor, presentó la solicitud para que el Secretario de Desarrollo Económico informe sobre los beneficios económicos que traerá la operación de la empresa texana, así como realizar foros para conocer el impacto ambiental, social y económico de esta actividad.
Reglamentan la técnica
La Comisión Nacional de Hidrocarburos, así como la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han publicado reglamentos dirigidos a la regulación para la exploración y explotación de recursos no convencionales en los últimos meses.
“Haremos un especial esfuerzo para publicar toda la información relevante para los representantes de la sociedad civil y la población”, aseguró el comisionado presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda.
Las inversiones estimadas, en caso de adjudicarse los nueve bloques, llegarán a los 2,340 millones de dólares durante la vida de los proyectos; y generarán cerca de 23,000 empleos directos e indirectos, dijo el subsecretario de Hidrocarburos de la Sener, Aldo Flores.
Los nueve bloques, que tienen reservas estimadas de recursos no convencionales de 1,161 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, apenas representan el 4% del total que busca licitar el gobierno en los próximos años. Pero su potencial es tres veces mayor que los 46 bloques adjudicados en tierra en las pasadas rondas, destacó Flores.
México se encuentra entre los seis países con mayor potencial de recursos no convencionales en el mundo, pero hasta ahora Pemex sólo ha realizado 18 pozos exploratorios para su estudio, y aún no se extraen gas ni crudo de estas formaciones.