demás del desabasto de agua, en muchos municipios del centro del estado y la región del Altiplano también padecen constantes apagones que ya han causado pérdidas importantes.
Desde la falla en la Subestación Jerónimo Potencia o JEP, el 10 de septiembre de 2017, las suspensiones en la transmisión de electricidad por falla han ido en aumento, especialmente en el altiplano al occidente de Tamaulipas, donde además de congestión hay fallas en la infraestructura.
En ciudades como Victoria, Güemez, y municipios del Altiplano, desde septiembre del año pasado pero con un aumento notorio este verano, las fallas de servicio o “salidas por fallas en líneas de transmisión”, como las llama el Centro Nacional de Control de Energía, conocido por el acrónimo Cenace, han llegado a durar más de un día entero, sin que la Comisión Federal de Electricidad haya indemnizado a los usuarios, como manda la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica
El 10 de septiembre pasado, según la Cenace, se presentó una interrupción en la red eléctrica asociada a la Gerencia de Control Regional Noreste, como resultado de que “la falla provocó cambios súbitos y de gran magnitud en las variables eléctricas (frecuencia y tensión) y equipos interconectados a la RNT, por lo que se presentó la salida de todas las unidades de central eléctrica.
La caída del total 7,246 megawatts (MW) en toda la región, “provocó el colapso total de la zona, afectando a cinco millones 168 mil 521 usuarios, de la mayor parte zonas de Tamaulipas, y varias partes de Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
La región donde se ubican los municipios de Jaumave, Miquihuana, Bustamante, Palmillas y Tula, fue la que más tiempo tardó en interconectarse y hasta la fecha no se sabe que se haya dado una mantenimiento general y modernizado la infraestructura de esa región, lo cual ocasiona que hasta la fecha sigan padeciendo cortes de energía constantes.
Una de las condiciones al convertirse la Comisión Federal de Electricidad de empresa paraestatal a empresa productiva nacional, es que debe general valor o utililidades en todas sus acciones, por lo que programas como electrificación rural, han pasado a dependencias que no han realizado la inversiones necesarias.
Aunque Tamaulipas es el estado del país que más electricidad pér cápita produce, debido a que las grandes líneas de conducción van hacia Nuevo León, el centro de la
Región Noreste de la CFE, y de ahí al sur del país, la región del altiplano, con poca población por kilómetro cuadrado y un bajo nivel de ingresos, es mal atendida.
Los gobiernos federal y estatal no han entrado en su auxilio con planes como energía eólica o solar, que además apoyarían la menguada economía de esa región de Tamaulipas.
Pero también en Victoria y otros municipios del centro del estado las falla de suministro del fluído eléctrico este verano han ido en aumento, presuntamente porque aún no se ha reparado completamente los daños ocasionados por el gran apagón de septiembre del año pasado, pero además de la falta de suministro los eventos de bajo voltaje son constantes.
“ARTICULO 40 (…) dentro de las condiciones normales de operación, por acto u omisión imputable al suministrador, se originan cambios súbitos en las características del suministro, excediéndose las tolerancias permisibles en tensión o frecuencia, y con ese motivo se causaran desperfectos en instalaciones, equipos o aparatos eléctricos del usuario, el suministrador estará obligado a reparar el daño físico directo ocasionado o a indemnizar al usuario por el importe de dicho daño”, dice el reglamento.
En estos cambios de tensión, que frecuentemente exceden del margen que la Ley le permite al monopolio eléctrico, que es de más o menos 10 por ciento, debe incluirse el hecho de que los consumos que cobra CFE son mayores debidos a constantes bajas de tensión.
Además, en estos casos de baja de tensión o de incrementos por arriba del 10 por ciento, la vida de los aparatos eléctricos se acorta y esto debería ser pagado por la Comisión, lo cual también es un deber incluido en la Ley del Servicio Público de Energía y en su reglamento.
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la CFE acomodan en cuanto a su consumo al centro de Tamaulipas, incluida Victoria, entre ciudades del centro del país, que llaman Golfo Centro, las cuales a excepción de algunas de la Huasteca Potosina no tienen las mismas condiciones de calor en verano.
La Comisión Federal de Electricidad defrauda a sus usuarios primeramente al aplicar las tarifas en forma equivocada, al suministrar menor tensión y con ello obligar a mayor consumo, y al no incluir como componentes de la tarifa la lejanía de los centros de generación de electricidad, la cantidad de horas de calor por día y la sensación térmica, pues de todos esos factores resulta la necesidad de un usuario de utilizar más o menos energía.
La temperatura media que utiliza la CFE como base para fijar la tarifa es sólo un promedio obtenido entre las temperaturas máximas y mínimas de cada día y posteriormente un promedio de estas desde el punto donde la Comisión fijo el inicio del verano, hasta donde lo terminan.
Hace más de 20 años los reclamos de cambio de tarifa que ha hecho Tamaulipas se topan con las llamadas temperaturas medias que determina el Servicio Meteorológico de la Comisión Nacional del Agua y que son simples promedios de temperaturas tomadas, manejadas y analizadas solamente por ellos, sin transparencia alguna.
el dato
Antecedente
Victoria, Güémez, y municipios del Altiplano, los más afectados
Desde septiembre del año pasado hay cortes
Este verano se dispararon las fallas en el servicio o “salidas por fallas en líneas de transmisión”