CIUDAD DE MÉXICO.- Seguramente en alguna ocasión durante tu infancia hiciste coraje y hasta berrinche por tener que arreglar tu cuarto. Un ‘no’ por respuesta podía generar castigos que en ocasiones eran mucho peor que tender la cama.
A veces dicha obligación era tan tediosa que había que respirar profundo antes de comenzar. Sin embargo, esto no amerita cometer un homicidio por el simple hecho de tener flojera.
Recientemente se dio a conocer que la tarde del 3 de noviembre un menor de 11 años le disparó a su abuela y luego se suicidó por tener que arreglar su habitación.
Sí, en serio no estamos bromeando. De acuerdo con información de Arizona Daily Independent, los hechos ocurrieron a las cinco de la tarde en la ciudad de Litchfield Park.
La oficina del Sheriff del Condado de Maricopa recibió una llamada de Doyle Hebert quien relató cómo su nieto le había disparado a su esposa Yvonne Woodard de 65 años, antes de quitarse la vida.
La tragedia se produjo después de que ambos le pidieran a lo largo del día que limpiara su habitación y de que el niño se opusiera a ello.
Posteriormente, cuando la pareja se sentó en la sala de estar para ver la televisión, el nieto se acercó a la mujer por la espalda y le disparó en la nuca con una pistola de su abuelo.
Mientras auxiliaba a su esposa, Herbert escuchó otro disparo: era su nieto, que caía al suelo sin vida. Se acababa de suicidar. El abuelo afirma que se acercó al niño, tomó el arma y llamó al teléfono de emergencias (911).