CIUDAD MADERO, Tamaulipas.- Sumida en una crisis financiera, de producción y hasta de seguridad, la Refinería Francisco I. Madero recibirá hoy al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien formalizará la inversión de 4 mil millones de pesos para este año, como parte de su estrategia para rescatar la infraestructura petrolera del país.
Sus 23 plantas, que en diciembre del 2012 llegaron a producir hasta 22 millones de litros diarios, duraron más de un año paradas por completo para realizar trabajos de mantenimiento, por lo que en septiembre del 2018 su índice de producción era simbólico: 26 barriles diarios.
Los problemas empezaron en agosto del 2017, cuando las constantes fallas orillaron a la empresa a iniciar una serie de paros técnicos que condujeron a que cuatro meses después se confirmara el paro total en la refinería insignia del petróleo mexicano.
A raíz de esa decisión, miles de trabajadores eventuales perdieron su empleo y decenas de empresas contratistas se quedaron sin laborar.
El problema es que el mantenimiento se complicó y llevó más tiempo del que se había previsto; apenas en el mes de marzo, la nueva Secretaría de Energía anunció que la producción comenzaba a reanudarse poco a poco.
El plan de Pemex, cuando anunció el plan integral de rehabilitación era que para enero de 2019, la refinería alcanzara una producción de 130 mil barriles al día, algo que aún hoy se ve muy lejano.
En Madero, Petróleos Mexicanos tiene la capacidad de producir 190 mil barriles diarios, en unas instalaciones que abarcan 544 hectáreas y que tienen más de cien años de antigüedad.
Entrega gasolina, gas, turbosina, diésel y coque.
Allí, trabajan 6,900 empleados sindicalizados, más otro tanto de trabajadores de confianza y miles de eventuales, pero son miles de familias del sur de Tamaulipas las que de manera indirecta dependen de este centro de trabajo y que históricamente han padecido sus crisis.
Como la que inició desde el 23 de agosto del año pasado cuando comenzó el paro paulatino programado de las plantas de la refinería y en la que se invirtieron 3 mil millones de pesos para su mantenimiento, trabajos que fueron asignados a las empresas Cethasa, Grupo Olram y Servicios de Ingeniería Especializada, S.A. de C.V., tras un proceso de licitación.
Algunas de las plantas las que ya están en funcionamiento son Hidrógeno U-801, Primaria Maya, Hidro de Naftas U-300, Fraccionadora de Gases MC, Coquizadora, Hidro de Destilados U-500, Turbosina, Hidro de Destilados U-501Diesel y Reformadora U-901.
El anuncio del rescate que planea la Secretaría de Energía para la Refinería Madero llegó como bocanada de aire fresco.
Los 4 mil millones de pesos incluyen una rehabilitación mayor que permita llevar la operación al 100% de su capacidad, pues lo que se hizo durante el último año, advirtió Rocío Nahle, no lo consiguió.
El daño del huachicol
A los problemas técnicos que enfrenta, se suman las pérdidas que dejó el robo generalizado de hidrocarburos que han sufrido las instalaciones de Pemex en el sur de Tamaulipas.
Recién iniciado el sexenio, el presidente López Obrador anunció una estrategia para combatir al huachicol y se señaló a la Refinería Madero como uno de los centros con mayor incidencia de este delito.
Desde entonces se han ido detallando los lugares en que ocurría el huachicoleo y la forma en la que trabajadores de Pemex, por temor o por conveniencia, estaban coludidos con estas operaciones.
Porque según los datos aportados por el gobierno federal, el 80% del saqueo se daba directamente en las instalaciones de la petrolera.
En el caso de Madero, se detalló que el combustible se “ordeñaba” a través de pipas utilizando facturas falsas o duplicadas para poder salir de las instalaciones con tanques llenos, que iban a parar al mercado negro, en el que -también se dio a conocer- participan al menos 13 gasolineras de la entidad que ya están bajo proceso.
A raíz de esas revelaciones, se desplegó a personal de SEDENA y MARINA en las instalaciones de Pemex de todo el país, incluida la Refinería Madero donde arribaron 79 marinos que no sólo prestan servicios de seguridad, sino incluso de logística; ninguna pipa sale de ahí sin que ellos revisen la documentación.
Entre otra cosas, se encargan de verificar el ingreso de los trabajadores, quienes tienen prohibido utilizar celulares en las áreas de proceso y talleres, además revisan la documentación y las condiciones de las pipas que entran a la Terminal de Almacenamiento y Despacho (TAD), así como a
la zona de refinación mejor conocida como llenaderas ubicada sobre la Avenida Tamaulipas y en la
Terminal de Distribución de Gas Licuado (TDGL).
En ese contexto, se inscribe la visita de López Obrador a una Refinería, que junto a la que aún está en construcción en Tabasco, se ha convertido en la gran apuesta energética de su administración.
Sindicato bajo sospecha
En los últimos días también ha crecido la tensión entre los trabajadores de Pemex, por las inconformidades contra sus líderes sindicales y por lo que parece un claro distanciamiento de estos, con el nuevo gobierno federal.
Un ejemplo: Por primera vez en décadas, Carlos Romero Deschamps no fue invitado a la ceremonia de conmemoración de la Expropiación Petrolera.
Mientras que en el sur de Tamaulipas, creció la molestia con el Secretario General de la Sección 1, luego de que Noticieros Televisa revelara el inmenso patrimonio que ha creado desde que ocupa cargos directivos en el Sindicato.
El dirigente ha comprado al menos 20 residencias en Tampico y Madero, cuyo valor asciende a más de 100 millones de pesos.
Además, esta misma semana, congregado en Madero, al menos 20 dirigentes petroleros opositores al sindicato dirigido por Carlos Romero Deschamps han sido amenazados con posibles desapariciones físicas, según denunció el Movimiento Nacional de Transformación Petrolera.
María de Lourdes Díaz Cruz, representante de este movimiento, aseguró en entrevista que estas personas han recibido amenazas directas y represión en los centros de trabajo, hecho que se ha notificado a Octavio Oropeza, director de Petróleos Mexicanos.
“Ya tenemos amenazas de eliminación física por parte de los charros sindicales”, reveló en rueda de prensa realizada en el sur de Tamaulipas.
“Han sido alrededor de 20 compañeros los que tenemos golpeados, pero en el tema de la represión y la agresión física tenemos principalmente a los dirigentes”, sostuvo.