Cd. Victoria.- Con el triunfo de Samuel García Sepulveda, quien se convertirá en el nuevo gobernador de Nuevo León, anuncia una “guerra del agua”, con Tamaulipas.
Eso luego que el virtual mandatario Neleonés prometió en su campaña modificar el decreto para evitar que se siga enviando agua de la presa el Cuchillo a los productores del Distrito 026, situación que darse, provocaría pérdidas económicas por más de mil millones de pesos en el sector agrícola, por no contar con agua para regar 69 mil hectáreas que siembran año con año.
Pero el mayor problema se vería reflejado en los municipios fronterizos que usan el agua de esa presa como una opción para atender el abasto de agua para uso urbano de las principales ciudades de la frontera norte, que sufren una sequía extrema luego que la presa Falcón registra uno de los niveles más bajos de su historia.
A finales de abril pasado, el candidato de Movimiento Ciudadano, a la gubernatura Samuel García, prometió que, de ganar la gobernatura, elaborará un plan hídrico para dejar de abrir la Presa el Cuchillo y no dar agua a Tamaulipas.
Actualmente está presa está casi vacía y el agua que se espera caiga por las lluvias, no se almacene y se desperdicie.
“No es posible que hoy la Presa del Cuchillo esté seca, que el campo y el ganado de Nuevo León esté completamente seco, porque cada verano la Federación nos obliga a abrir la compuerta para dársela a Tamaulipas”, dijo.
Aseguró que ya no van a volver a abrir la presa el Cuchillo, no va a volver a dar el agua de Nuevo León a los agricultores tamaulipecos, ya que, también se tiene que corregir otro convenio completamente injusto que se firmó hace 15 años, en las épocas de Rizo.
Agregó que en Nuevo León nunca se han preocupado por las represas y drenajes, lo cual genera la escasez del agua.
Sostuvo que a Tamaulipas le basta con el agua que entregan a través del río Pesquerías y que llega a la presa las Blancas, ubicada en Mier, donde en el camino se la roban y no llega completa.
“Vamos a exigir a la Comisión Nacional del Agua que realice una investigación y evite el saqueo de este recurso de aguas tratadas que se envían al estado vecino y que lleguen hasta su destino final y así evitar que se tengan que tomar aguas de la presa el Cuchillo para pagar la cuota anual”.
“Moriremos de
hambre, si nos
quitan el agua”
Para el dirigente de módulos de riego del Distrito 026 bajo río San Juan, Carlos Hinojosa Hinojosa, si el estado de Nuevo León, les quita el agua a los productores, más que iniciar una guerra, condenaría a los productores a morir de hambre, ya que no podrían sembrar sus tierras como lo han hecho desde hace 69 años.
“Nuevo León, no puede quedarse con el agua del río San Juan y romper el acuerdo que está firmado desde el año 1994, con productores de Tamaulipas para realizar un reparto equitativo del agua de ese afluente, luego de la construcción de la presa el Cuchillo”, sentenció.
Los agricultores que integran esta región de riego agrícola cuentan con la concesión para el uso del agua del río San Juan, desde el año de 1952, lo que les permitiría poder regar un total de 69 mil 748 hectáreas de tierras agrícolas, que se ubican en los municipios de Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa y Río Bravo.
Desde hace más de 69 años, los agricultores de Tamaulipas han contado con la concesión de las aguas del Río San Juan, pero en el gobierno federal de Carlos Salinas de Gortari, se ordena la construcción de la presa el Cuchillo en el municipio de China, Nuevo León, en el año de 1990.
“Este importante embalse permitiría resolver el problema de abasto de agua potable para la zona metropolitana de Monterrey, al existir un acueducto que llevará agua desde ese municipio a la capital del vecino estado, por lo que se firmó el acuerdo donde cada año se debe trasvasar el excedente de agua por arriba de los 300 millones de metros cúbicos para el riego agrícola del Distrito 026”.
Aclaró que eso equivale a no importa cuánta agua tenga, la presa el Cuchillo debe quedarse solo con poco más de 300 millones de metros cúbicos y el resto le pertenece a Tamaulipas, en caso contrario tendría que pagar una indemnización a los productores.
Perderían mil
mdp por año
si no hay agua
En la región del Distrito de riego 026, se siembra una superficie de más de 66 mil hectáreas, principalmente de maíz y sorgo, las cuales logran generar una producción superior a 265 mil toneladas de productos agrícolas, donde la superficie se riega con agua de la presa Marte R. Gómez.
Integrantes de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas (UARNT), advierten que en caso que les quitaran el agua a los productores agrícolas, esa situación podría originar pérdidas económicas por más de mil millones de pesos.
A pesar que es casi imposible que proceda la cancelación del tratado que fue firmado por los gobiernos de los estados de Tamaulipas, Nuevo León, así como por la CONAGUA y la entonces SAGARPA, no puede romperse, porque originaría una guerra por el agua entre los dos estados.
“En una controversia constitucional, los productores de Tamaulipas ganarían, luego que cuentan con la concesión para la explotación de estas aguas desde el año de 1952”, afirman.
Quieren revivir segunda línea de
acueducto El Cuchillo-Monterrey
Otro de los proyectos que están archivados por parte del gobierno de Nuevo León, y que con la llegada del nuevo gobernador Samuel García, pueden desempolvarse es el Monterrey V, que es otra alternativa para llevar agua a la capital del estado regio, el cual consiste en construir una segunda línea del acueducto desde la presa el Cuchillo.
Esta situación que preocupa a los agricultores de Tamaulipas del Distrito 026, ya que los despojaría de agua que usan para el riego de sus parcelas, al aumentar la demanda de líquido de la presa.
Información de la Junta de Agua y Drenaje de Monterrey, el proyecto consiste en conseguir que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), les otorgue una concesión para extraer 145 millones de metros cúbicos de agua al año de la presa el Cuchillo, ubicada en el municipio de China, de la cual ya extraen 150 millones de metros cúbicos para enviarla por el acueducto a la ciudad de Monterrey.
Esa situación también dejaría sin agua a los productores de sorgo y maíz, de la región del Distrito de riego 026, ya que son los excedentes de la presa el Cuchillo, que son enviados año con año a la Presa Marte R. Gómez, para el uso agrícola.
Cabe puntualizar que los productores de Tamaulipas, eran los concesionarios del uso del agua de la cuenca del Bajo Río San Juan, con la cual anteriormente se llenaba la presa Marte R. Gómez, sin embargo, al construirse el Cuchillo, fueron despojados de esa agua y ahora solo se llena con lo que sobra.
En este Distrito de Riego, existen más de 5 mil productores que se benefician y cuentan con la concesión, los cuales se verían afectados directamente.
Quedaría sin
agua la zona
fronteriza
Rubén Chapa Garza, presidente de la sociedad de Responsabilidad limitada de los usuarios de las Amistad-Falcón del Distrito de Riego 025, explica que en la frontera norte se registra una situación muy crítica por la falta de agua.
“La presa Internacional Falcón, ubicada en el municipio de Guerrero, presenta su nivel más bajo de la historia, al contar con un 4 por ciento de aguas nacionales, con 56.9 millones de metros cúbicos, por lo que solo le queda agua para atender la demanda de uso urbano de las poblaciones fronterizas para lo que resta del mes de junio”.
Las reservas de agua están a punto de agotarse en esa presa internacional, por la sequía extrema que se registra en la cuenca baja del Río Bravo, por lo que el abasto de la región fronteriza podría depender de un trasvase de la presa Marte R. Gómez.
En caso que Nuevo León, cumpla su promesa de quitarle el agua a Tamaulipas, en un futuro cercano también se pondría en riesgo el abasto para la población de la región fronteriza que en tiempo de emergencia dependen de ese vaso lacustre para atender la demanda de la población.
“La falta de agua origina que, en la región fronteriza desde Nuevo Laredo, hasta Matamoros, donde habitan 1 millón 500 mil habitantes, solamente cuentan con disponibilidad de agua para uso urbano para unas cuantas semanas más”, explicó.
Dijo que el problema nace, luego que el gobierno federal utilizó las reservas de agua que se tenían en las presas internacionales Amistad y Falcón, para cumplir con el compromiso de 1944 y pagar el agua a los Estados Unidos.
“No les importó poner en riesgo el abasto de las ciudades fronterizas como Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Camargo, Miguel Alemán, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, los cuales requieren del líquido para atender sus necesidades elementales”.
Indicó que ahora es posible que se autorice tomar agua de la presa Marte R. Gómez para lograr atender la demanda de agua de toda la frontera, pero si Nuevo León se la quita y ya no permite trasvases del Cuchillo, el resto de la frontera también sufrirá por esta situación.
POR ANTONIO DE LA CRUZ