Ignoran tamaulipecos el Día de Reyes

Victoria

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Mientras que en el centro y sur del país, toman la celebración del Día de Reyes como una de las grandes festividades con cenas familiares, rosca y regalos; en Victoria solamente se consume rosca y no existen intercambios, señalan las jugueterías.

Trabajadores del área de jugueterías de las grandes cadenas comerciales señalaron que pese a que las grandes ofertas continúan durante los primeros días de enero, realmente son pocas personas las que adquieren algún muñeco, pelota u otro artículo de moda entre los niños.

Melchor, Gaspar y Baltazar son tres personajes bíblicos que visitaron a Jesús al nacer, con un regalo diferente: oro, incienso y mirra. De ahí la tradición en gran parte de México por la cual las niñas y niños reciben presentes el día 6 de enero.

“Realmente no hay movimiento después del 25 de diciembre, sé que en otras partes del país compran y regalan juguetes el día de reyes, pero aquí no todo ha estado tranquilo y si hay ofertas” señalo una trabajadora de WallMart.

Esto no solo pasa en Victoria, sino en todos los estados del norte del país, en donde las niñas y los niños reciben regalos el 25 de diciembre, después de que Santa Claus, en su trineo dirigido por renos voladores, pasa por cada una de sus casas.

Es por eso que en los centros comerciales y jugueterías del estado son comunes las aglomeraciones previo a la celebración de Navidad el 24 de diciembre, cuando los padres y madres de familia acuden a adquirir regalos para sus hijas e hijos, y para el 6 de enero, día de los Reyes Magos, se encuentran vacías.

“Los días buenos son una o dos semanas antes de navidad, ahí si no se puede ni caminar en los pasillos de tanta gente que viene primero a ver precios luego a comprar un juguete, pero en seis de enero ya nadie viene”

La celebración, sin embargo, no pasa desapercibida por completo en la zona norte de México, pues sí se acostumbra partir la tradicional rosca de reyes en los hogares, lugares de trabajo, entre otras reuniones.

Por Raúl López García