NUEVO MÉXICO.- A partir de la próxima semana, las vacas sin dueño que intentan sobrevivir en las inmediaciones de la reserva natural de Gila, al suroeste de Nuevo México, podrán ser cazadas desde helicópteros de la policía estatal.
En una polémica decisión, las autoridades de Nuevo México decidieron que podrán eliminar a los bovinos que amenazan el balance ecológico de la región disparándoles desde helicópteros, acción que algunos catalogan como violencia contra los animales.
De acuerdo con autoridades del Parque Nacional Gila, alrededor de 150 vacas deambulan en su territorio. La amenaza resulta del hecho que, con sus hocicos, los bovinos podrían afectar arroyos y ríos.
Los rancheros de la región señalan que la medida es cuestionable, puesto que los cuerpos de las vacas ultimadas podrían atraer otro tipo de fauna a la región, afectando aún más el balance ambiental.
“El ganado feral en el Parque Gila ha sido agresivo con los visitantes, pace durante todo el año y acaba con los manantiales, causando erosión y sedimentación”, señaló Camille Howes, encargada del parque.
Según las asociaciones de cría de ganado de la zona, el ganado feral es un problema que se genera cuando las vallas en los ranchos no se cuidan debidamente, además de ser un tópico que se incrementó con la disminución de los terrenos comunales donde pacían las vacas.
“Fácil no es una excepción a nuestras reglas. La frustración no es una excepción a las reglas. Nuestra sociedad debe ser mejor que esto. Podemos ser más creativos y podemos hacerlos de una mejor manera en la que no se desperdicie un recurso económico”, destacó Tom Paterson, presidente de una organización para el cuidado de la vida silvestre.
Las autoridades no comparten su opinión, pues destacan que el ganado pone en riesgo el hábitat compartido por lobos grises, venados, alces y otros animales salvajes que habitan los 2 mil 253 kilómetros cuadrados de los que dispone la reserva.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO