El panorama económico de México está siendo influenciado por diversos factores de impacto internacional, pues la crisis la padecen todos los países, además de que el fortalecimiento del peso y su eventual caída responde a variantes de EU y no a las políticas monetarias del país, aseguró en entrevista para LA RAZÓN Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México.
OR.- ¿A qué responde el fortalecimiento del peso frente al dólar en momentos de alta inflación?
JH.- Estamos viendo que el dólar se ha debilitado y todo es intercambio con el dólar, nuestra moneda siempre la estamos comprando con el dólar, si el dólar se deprecia, se debilita, pues el peso se va a apreciar mucho, de lo que hemos estado viendo últimamente más que la apreciación de peso es el debilitamiento del dólar, sin embargo, sí hay algunas cosas que al margen han ayudado mucho, México tiene un diferencial muy importante de tasas de interés respecto a Estados Unidos y no somos el único país, también lo tiene Brasil mucho más que México, Chile también, pero aun así a México lo ven como un país más fortalecido, con una estabilidad macroeconómica relativamente buena, finanzas públicas sanas, comparado con otros países entonces el nuestro se ve relativamente bien. Es ver un poco la oferta y la demanda, si hay un exceso de demanda del peso, éste se va a fortalecer y de alguna forma eso es lo que ha estado pasando en estos últimos meses y especialmente en estas últimas semanas.
OR.- ¿Cuánto tiempo durará este nivel de fortaleza?
JH.- Eso es muy difícil de decir, tratar de pronosticar por dónde va a ir el tipo de cambio es uno de los indicadores más difíciles de tratar de anticipar porque son una gran cantidad de factores que están en su determinación, lo que mencionaste es algo que va a ser muy importante, pero a la larga, no en el corto plazo, que es el diferencial de inflación que tenemos específicamente con Estados Unidos, como siempre teníamos un diferencial donde nuestra inflación es mayor que la de Estados Unidos, eso ha hecho que se debilite el peso para compensar ese diferencial, sin embargo, Estados Unidos a mediados del año pasado llegó a tener una inflación de 9.1%, mayor a la de México y normalmente no vemos eso y ahorita se ha ido reduciendo un poco la inflación en Estados Unidos, un poquito más rápido que México, pero aun así no hay un gran diferencial. El problema de la inflación que mencionas, hay que tomar en cuenta que ahorita es un problema mundial, está ahorita pasando en casi todos los países del mundo, por ser un fenómeno global, no podemos decir que eso particularmente es lo que está detrás del comportamiento de la moneda, en otras épocas pudiera ser que sí pero ahorita no, porque no tenemos una inflación mucho mayor que otros países, todos los países están pasando por esta problemática de inflación.
OR.- ¿Va a venir otro aumento de las tasas de interés y hasta ahora qué efecto ha tenido?
JH.- El aumentar las tasas de política monetaria si ayuda a contener la inflación, sin embargo, no es algo que sea instantáneo, la política monetaria opera con rezago y ese rezago puede ser desde seis meses hasta dos años, entonces apenas hemos llegado a tener una postura restrictiva, a partir de los últimos 4 ó 5 meses para acá teníamos una postura muy expansiva, subimos las tazas para salir de esa postura expansiva y poner una postura neutral para llegar ahorita a lo que llamamos una postura restrictiva, ya estamos muy cerca a lo que pensamos que pudiera ser lo que llamamos la ‘tasa terminal’, es decir, hasta dónde vamos a llegar y ya no vamos a subir, 11.25 quizás 11.75, no sabemos, pero por ahí en ese rango debería de ser, lo cual significa que estamos muy cerca de dejar de estar subiendo las tasas de interés porque ya la tasa está más o menos donde queremos que esté y ya refleja una postura restrictiva. Ahora lo que tenemos que hacer es darle tiempo a que funcione la política, si opera con rezagos hay que darle tiempo, estamos muy cerca yo creo que todavía veremos al menos un aumento más, probablemente menos de lo que hemos aumentado en las últimas dos ocasiones que era de 50 puntos base, ahora quizás de 25, no es una decisión tomada todavía, depende de los datos pero ya estamos muy cerca de esa ‘taza terminal’, y ahora lo que tenemos que estar pensando ya no es cuánto más vamos a subir, ni a qué velocidad vamos a subir, ahorita estamos viendo ya que llegamos a esta nueva tasa terminal y la pregunta es cuánto tiempo la vamos a dejar ahí, tenemos que dejarla en esa postura monetaria restrictiva suficiente tiempo para que cobre efecto y para que la inflación empiece a bajar, luego tener una postura monetaria restrictiva para acompañar la inflación en su trayectoria a la baja.
OR.- ¿Será este año?
JH.- Sí, la tasa terminal yo diría que está la vuelta de la esquina, creo que ahora la decisión de finales de marzo subiremos un poquito más y habría que ver ya para la siguiente decisión, después de esa que es en mayo, posiblemente ya no aumentamos, o sí, no sabemos, depende de la evolución de los datos, pero lo que sí es que estamos ya muy cerca a ese punto en el que ya no vamos a subir más.
OR.- ¿Después de esta subida sería medir cuánto tiempo se va a quedar así?
JH.- Nuestra preocupación principal es la inflación, es nuestro mandato prioritario, tenemos que preocuparnos ahorita por la inflación, porque en el mediano y largo plazo la mejor manera en que podemos contribuir a impulsar el desarrollo económico, un crecimiento económico, es con un ambiente de estabilidad de precios. No podemos utilizar la política monetaria para tratar de estimular el crecimiento económico, ya eso lo han tratado muchos países y el reporte es impresionante, todos han fracasado, nadie lo ha logrado, la política no sirve para eso, tenemos que utilizar la política inflacionaria para lo que sirve, y en ese sentido, ahorita quizá la economía mexicana pudiera entrar en una recesión en un futuro no tan lejos, pero si entra no va a ser por la política monetaria de nosotros, sino porque Estados Unidos pudiera entrar en una recesión, eso va a disminuir la demanda de nuestras exportaciones y eso es nuestro motor de crecimiento, si nuestras exportaciones no crecen pudiéramos tener una economía mucho más estancada, menos dinámica, pero sería por ese lado. Ojalá que la política monetaria de México fuera tan efectiva como en Estados Unidos, pero no lo es, por eso justamente tenemos que tener una postura más restrictiva aquí, para ver si podemos obtener los resultados en términos similares.
OR.- La intención del frente común del Presidente con otros países para contener la inflación, ¿daría resultado?
JH.- Realmente no tengo mucho comentario, yo creo que es algo más mediático, de manejo político, no sé qué podemos ganar con preguntarle a Argentina cómo bajar la inflación, allá la inflación está en tres dígitos, no sé por dónde anda ya, no tengo mucho qué opinar.
OR.- ¿Eligió a los países menos indicados para su estrategia?
JH.- Pues lo único que podría decir es que el fenómeno inflacionario que estamos viviendo ahorita tiene su origen a nivel global, ahora sí que ha tocado a todo el mundo, todo el mundo está buscando cómo tratar de reducir la inflación y pudiera ser que la respuesta sí está a nivel global y no nada más a nivel local. Creo que podríamos ser muy ingenuos al pensar que aquí en México, con nuestra propia política económica y tomar una que otra política complementaria, pudiéramos bajar la inflación sin resolver el problema de origen, que es un problema global, ahí sí estoy totalmente de acuerdo.
Hay que tomar en cuenta que México es parte de la economía global, es como cuando nos quejamos del tráfico pero somos parte del tráfico, igual los que estamos importando la inflación somos parte de economía, el problema es cómo podemos nosotros resolver el problema de la inflación.
En el origen mucho fue por ejemplo las interrupciones que hubo en las cadenas de suministro de insumos a nivel mundial, cuellos de botella, hubo muchos problemas para la transportación de mercancías a través de los fletes marítimos, hubo muchas cosas que pasaron ahí que causaron este tipo de problemas. Creo que lo que tenemos que hacer primeramente es buscar que se resuelva el problema en su origen, que fue global, siempre es muy positivo el diálogo global para buscar soluciones, sin embargo, creo que en las soluciones no hay cosas mágicas que podamos pensar que vamos a encontrar, no es tan fácil como ir a platicar con otros países y entre todos bajar la inflación, ojalá que fuera así de fácil.
Omar Reyes / Expreso-La Razón