Se atraganta con pedazo de carne en la escuela y muere

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ESTADOS UNIDOS.- Era un día normal, Josué Chávez Nolasco tomó un balón, lo guardó en su mochila y siguió su camino para ir a la escuela, pero al llegar el momento de tomar su almuerzo la tragedia llegó, cambiándolo todo. El niño de 13 años dio un bocado y comenzó a atragantarse, se golpeaba el pecho, pidió ayuda, salió de la institución educativa en ambulancia, al hospital llegó en coma y días después murió, dejando un profundo dolor en su madre y otros conocidos, así como muchas preguntas. Los hechos ocurrieron el pasado 15 de febrero en la Escuela Intermedia Providence en Chesterfield, en Richmond, Virginia.

Karina Nolasco, madre de Josué, habló con varios medios de comunicación estadounidenses, les contó que aquel día recibió una llamada de la escuela, le dijeron que el niño se había puesto mal, que tuvo una emergencia médica. Ella estaba trabajando, por ello, su esposo, Lee, se dirigió de inmediato al Hospital Chippenham. Él le dijo que debía ir de inmediato al nosocomio, pues el menor estaba muy grave, cuando llegó lo encontró entubado e inconsciente.

Al igual que su esposo tenía muchas preguntas, los médicos le dijeron que durante el almuerzo Josué se ahogó con una albóndiga, agregaron que estuvo alrededor de 20 minutos sin respirar, por lo que la falta de oxigenación afectó al cerebro, por eso estaba en coma. El órgano se inflamaba cada vez y se le realizaron los análisis pertinentes. Ellos revelaron que en realidad pasó 40 minutos sin oxígeno.

Su madre y el resto de su familia permaneció junto a él en su cama, Karina contó a NBC 12 que tomó la mano de su hijo y le dijo “Tú mamá está aquí” y que aunque el niño estaba inconsciente las lágrimas rodaron por su mejilla. Después de que se le declaró muerte cerebral, el 18 de febrero Josué murió.

Los últimos momentos de Josué
De acuerdo con la madre de Josué, fue alrededor de las 11:13 del miércoles 15 de febrero de 2023 cuando el niño estaba en la cafetería de la escuela comiendo, en ese momento comenzó a darse palmadas en su pecho, al no tener mejoría se acercó a un maestra que intentó ayudarlo, pero tampoco pudo, por lo que le señaló el servicio médico de la institución, fue tras él corriendo. Todo esto es visible en las grabaciones de las cámaras de seguridad.

En la enfermería tampoco pudieron hacer nada y llamaron a una ambulancia, los paramédicos que lo atendieron le explicaron que dentro de la unidad el corazón del menor dejó de latir, le pusieron adrenalina para que volviera a bombear.

La razón de todo este infortunio es que el joven nunca expulsó el pedazo de carne de su tráquea y nadie se dio cuenta. Fue hasta que un escáner reveló la obstrucción que se supo porque no recibió oxígeno su cerebro.

Aseguran que ni ella ni su esposo buscan culpables, pues al ver las grabaciones y escuchar las explicaciones médicas saben que se trató de un lamentable accidente, pero consideran que el personal docente debe estar mejor capacitado para las emergencias, pues se pueden presentar en cualquier momento.

CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO