La sequía en Tamaulipas se sufre en todos los sectores y actividades del campo, no sólo la producción de verduras y hortalizas, también en la ganadería en sus diversas vertientes, incluida la apicultura en donde el estado también destaca por su producción.
En el estado se producen anualmente en promedio 690 toneladas durante los tres periodos de recolección: marzo-abril, mayo-junio y septiembre-octubre. De acuerdo con registros de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa), por cada colmena cosechada, se obtiene un rendimiento promedio de 18 kilos a 45 kilos por colmena, acumulados durante las tres cosechas del año.
Sin embargo, la sequía que se registra desde hace meses en la región está en riesgo la producción, incluso la subsistencia de las colmenas, por lo que los productores apicultores han tenido que suministrar agua y alimento.
“Llevamos agua a los bebederos para que ellas puedan tener agua cerca, a unos cuantos metros de la colmena están esos bebederos para que puedan seguir subsistiendo, en el caso de que no haya suficiente floración, pues obviamente la producción se para, ellas siempre tiene un porcentaje de miel dentro de su colmena que nunca tocamos aunque hagamos extracción, siempre dejamos ese porcentaje para que puedan subsistir si no llueve, si hay escasez de floración, por si hace mucho frío, siempre se le deja y eso es compromiso que tiene todo apicultor con el cuidado de las colmenas”, apuntó Santa Fe Martínez, productora de Abella Miel.
Para enfrentar la crisis del agua, los productores instalan bebederos y deben gastar en agua, y deben suministrarles alimento para asegurar su sobrevivencia.
“No tienen comida por la escasez del agua porque obviamente al no llover no hay floración, y si esto no sucede ellas no tienen qué comer, así que se va alentando la producción. Nosotros tenemos una producción de 80 kilos de miel por colmena y cuando no hay agua esta llega a bajar un 50%, cuando baja la producción solamente me quedo con un 40% producción. De toda la miel de la colmena mínimo un 10% se queda siempre como resguardo para alimento de ellas”, señaló.
En Tamaulipas, la apicultura se concentra en el centro y sur, ya que el tipo de clima y vegetación son propicios para la actividad, el valor de la producción asciende a los 34 millones de pesos anuales. El precio promedio rural de venta de la miel de azahar y mezquite oscila en los 65 pesos por kilo, mientras que la multifloral alcanza los 42 pesos por kilo.
Actualmente, el inventario estatal está cerca de las 33 mil colmenas, de las cuales, el 40% se ubican en Llera, donde se ubica la única colectora de miel del estado.
“La escasez de agua desespera a todos y buscamos alternativas, como apicultores buscamos asistir a la abeja, tanto en su alimentación como en su hidratación, para mantenerla en las mejores condiciones, buscamos alternativas como que no les dé el sol para que ellas puedan seguir siendo libres pero tengan lo necesario para subsistir en lo que el clima mejora y esperamos que esta temporada podamos tener una buena producción, eso depende de un alto porcentaje de humedad”, apuntó.
Señaló que además del agua, por la baja floración en esta temporada se les debe asistir con alimento, que para las abejas consumiste en una especie de proteína.
“Normalmente a las abejas se les da una especie de proteína, así como a las vacas se les da melaza revuelta con pastura cuando no hay suficiente comida, cuando no hay suficiente área para pastar, a la abeja se le da una proteína. Nosotros estamos obligados a generar buenas condiciones porque si se debilitan las abejas, se sienten muy vulnerables o atacadas por los depredadores naturales, como en este caso las hormigas, cuando alcanzan a percibir que una colmena está débil, atacan y es como mueren, son sus depredadores naturales”.
Reveló que además de las amenazas de los depredadores, el bajo nivel de agua y de alimento provoca que las abejas no estén en el mejor entorno para su subsistencia, por lo que al ser libres, pueden optar por migrar.
“La abeja es muy sensible, si no se siente a gusto en el entorno donde se está desarrollando se van, la reina en su facultad toma su colmena, analiza el entorno, y si no es un hábitat que les favorezca, se llevan toda su colmena a otro sector en donde pueda ella encontrar las condiciones para que puedan seguir subsistiendo”.
En el municipio de Llega está ubicada la única recolectora de miel en el estado, que abrió hace cerca de un año y medio, esta tiene contacto con todos los productores de miel en el estado y en la que están colaborando productores grandes que llegan hasta las 500 colmenas, por lo que su producción es muy grande y les costea llevarla y venderla porque es una venta segura.
“Nosotros tenemos venta de miel, pero no es nuestro objetivo principal, para Abella Miel el objetivo es promover el cuidado de la especie y la concientización para que ellas, las abejas, puedan seguir haciendo su labor de manera natural”, puntualizó.
Omar Reyes/Expreso-La Razón