CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Este fin de semana se cumplen dos años de que la empresa Jaguar Exploración y Producción de Hidrocarburos ocasionara una gran fuga de gas natural en la zona costera de Tamaulipas, en los límites de Soto La Marina y San Fernando.
Y a esta altura, denuncian habitantes de la zona, la contingencia aún no ha sido solucionada en su totalidad. Ambientalistas de la región aseguran que el daño ha sido muy grande y ha afectado a flora y fauna de la región, de acuerdo a un reportaje publicado esta semana por NMas.
Al respecto, Pemex respondió que las imágenes difundidas no corresponden con la situación actual del pozo y recordaron que este no es operado por ellos, sino por Pantera Exploración y Producción de Hidrocarburos S.A.P.I. de C.V.
Se trata de una compañía cuya sede se halla en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Pemex agregó que trataron de revisar el estado del pozo, sin embargo, personal de la compañía les impidió el acceso y tuvieron que sobrevolar el área con un dron para comprobar que continuara operando sin daños ambientales.
En el mes de enero de este año, el Congreso del Estado aprobó un exhorto para que se atienda de manera urgente la fuga originada en el 2021, pues se advirtió que el derrame afecta la salud de pobladores de las comunidades La Florida y Lavaderos, en San Fernando; y Las Enramadas, La Laguna y El Carrizo, en Soto La Marina.
“A decir de los pobladores y de los ambientalistas, la fuga alcanzó un pico de 15 metros de altura, acabando con la flora y la fauna en un radio de 5 kilómetros”, señalaba el exhorto presentado por la diputada Casandra de los Santos.
“Pudimos constatar cómo en un área de 5 kilómetros no existen árboles, ni huellas del paso de animales, no fue posible ni siquiera encontrar hormigas e insectos en el área donde se produjo esta catástrofe ambiental”, afirmó.
El problema es que la fuga producida en 2021 no ha sido sellada correctamente por lo que nuevamente genera afectaciones.
La petrolera Jaguar Exploración y Producción de Hidrocarburos S.A.P.I. de C.V. (Jaguar E&P), se define como una empresa mexicana establecida en 2014 por el Grupo Topaz, en San Pedro Garza García, que se dedica a la exploración, producción y operación de campos petroleros terrestres. En 2017, se adjudicó 11 bloques exploratorios onshore, en cinco de los cuáles la compañía reactivó instalaciones legadas por Pemex. Los contratos de estas áreas terrestres (5, 7, 8, 9 y 14) tienen una duración de 30 años hasta 2047. En la misma página se lee “nos dedicamos a la exploración y producción de hidrocarburos en campos terrestres; tenemos 11 áreas contractuales en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco”.
Recientemente, el dueño del predio donde ocurrió la fuga, Adolfo Treviño Garza, un ganadero de 85 años, le dijo a NMas, que ni Pemex ni Pantera se hacen responsables de reparar los daños causados.
“Estamos ante una desatención absoluta por parte de Pemex, conforme a la Ley de Hidrocarburos tiene obligación de atender cualquier daño. (La fuga está) afectando un área de aproximadamente 40 hectáreas”.
Mientras que la empresa privada respondió que declaró “la no utilidad de los pozos. Toda vez que desde un inicio fueron declarados por Pemex como taponados, improductivos y secos.
“Independientemente que sea uno u otro como concesionario deben reparar esa fuga. Hemos perdido más de 50 animales. En esa zona ya quebramos, definitivamente”, dijo.
Además, especialistas aseguraron que Los derrames del lodo contaminado ya alcanzaron un brazo del río Conchos que desemboca en la Laguna Madre.
POR STAFF
EXPRESO-LA RAZÓN