CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El patrimonio histórico de Victoria, la capital del estado de Tamaulipas, se enriquece con la presencia de tres iglesias antiguas, y según el Departamento del Cronista de la ciudad, estas valiosas estructuras están en buenas condiciones gracias a la vigilancia constante de sacerdotes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Sin embargo, la posibilidad de accidentes siempre está presente.
Juan Antonio Lugo Mancilla, Jefe de Archivo Municipal de Victoria y Cronista Adjunto, aseguró que aunque no se pueden prever los accidentes, se trabaja diligentemente para mantener las iglesias en condiciones óptimas.
“Descartarlo… son accidentes que suceden, no sabemos a qué hora pueden tocarnos, pero tratamos de que estén en buenas condiciones”, afirmó.
En Victoria, la Diócesis cuenta con dos iglesias de gran importancia histórica: la Iglesia de la Virgen del Refugio, que data de la década de 1920 y está construida con lámina, y la Iglesia del Sagrado Corazón, que se erigió en la década de 1950 y sirve como catedral.
Además, el Santuario de Guadalupe también es parte del patrimonio religioso de la ciudad.
Estas estructuras históricas están protegidas y supervisadas por el INAH, ya que son consideradas monumentos históricos. Cualquier proyecto de restauración o modificación debe ser aprobado por el INAH para garantizar su preservación.
Lugo Mancilla dijo que los sacerdotes mantienen una estrecha colaboración con el INAH para asegurar la conservación de estos edificios.
Además, dijo que en Victoria existen otros edificios históricos, como la Hacienda de Tamatán, la Casa Filizola, la Biblioteca de la Suprema Corte en el número 18 y 19 de la calle Hidalgo, donde se ubicaba el periódico “La Verdad”, y el Museo de Historia Nacional.
A pesar que las condiciones climáticas a veces pueden afectar a estos tesoros históricos, Lugo Mancilla expresó su confianza en que Victoria, como la capital de Tamaulipas, está tomando las medidas adecuadas para preservar su valioso patrimonio cultural y no enfrentar desgracias relacionadas con la conservación de estas estructuras históricas.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON