A partir de marzo del 2024, Tamaulipas podría vivir una crisis migratoria como la presentada desde el 2019 cuando un gran grupo de migrantes, levantaron un campamento improvisado en Matamoros a las orillas del río Bravo o en Reynosa, donde con cartones o algunas casas de campaña, se establecieron en la plaza de la República.
La razón, la ley antiinmigrantes firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que permite a los funcionarios tener la autoridad para expulsar a personas sospechosas de haber ingresado ilegal mente desde México.
El miedo se ha apoderado de los más de 10 mil migrantes que permanecen mayormente en estas dos ciudades fronterizas, y que por desesperación por no obtener una cita a través de la aplicacIón CBP One, se lanzan al río arriesgando su vida y la de sus familias, incluyendo niños pequeños, para tratar de alcanzar la orilla en el lado americano.
Esta situación incluso ya cobró las primeras dos vidas, Jackson Muscar, de 21 años, quien llegó a México desde la región de Arribonito en Haiti y Carlos, un venezolano padre de familia quien in tentaba cruzar el caudal por un lado fangoso junto a sus hijos y su hermano.
De acuerdo con testigos todo ocurrió el pasado jueves 21 de diciembre; Jackson sintió temor en un momento al no poder mantenerse a flote y jaló a los dos hermanos venezolanos para tratar de asir se, sin embargo, Carlos no pudo sostener el peso de los dos y terminaron sumergidos en el agua.
La diputada federal Rosa González Azcárraga, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios en San Lázaro, lamentó que el gobernador texano promueva este tipo de legislaciones que además violenta los derechos humanos de las personas. En el caso de Tamaulipas dijo que no se cuenta con los recursos económicos para atender una crisis migratoria como la que se avecinaría y tam poco los municipios, especialmente los ubicados en la frontera de Tamaulipas, ya que no tienen la capacidad para atender a los migrantes que sean deportados por esta ley.
A partir de marzo las autoridades de Texas tendrán la facultad de arrestar y los jueces podrán ordenar la deportación de inmigrantes, un poder que tradicionalmente ostenta el gobierno federal. La semana previa ya se han registrado ingresos masivos a través del río Bravo desde Matamoros a Texas, de familias que afirman tener meses esperando concretar una cita para solicitar asilo huma nitario en Estados Unidos, sin poder lograrlo. La situación se ha puesto tensa en varias ocasiones, los oficiales de Aduanas han reforzado las alambradas para impedir el paso, pese a ello, las familias siguen arriesgándose.
Un grupo quedó varados por horas en la orilla del lado americano y pese a as súplicas a los ele mentos de seguridad en aquel país, no les permitían ingresar, por lo que algunos optaron por retor nar nadando al lado mexicano. En 2019 a Tamaulipas comenzaron a llegar mi les de migrantes, mayormente de países de centro y Sudamerica, buscando alcanzar el sueño ameri cano; al no poder lograrlo, optaron por establecer un campamento a las orillas del río Bravo.
El recrudecimiento de las leyes migratorias de Donald Trump, los obligó a vivir, incluso años en condiciones insalubres y de hacinamiento en el campamento, lluvias que inundaron todo, calores extremos y heladas. Pero también esa comunidad fue testigo de ce lebraciones, nacimientos, cumpleaños, quinceañeras y bodas; gente que no se conocía entre ellos cuando llegaron, se volvieron familia entrañable. No fue hasta el 25 de febrero del 2021, cuando ya con Joe Biden en la presidencia de Estados Unidos, se estableció una nueva política migratoria y cruzaron los primeros 27 migrantes que habían vivido en el campamento de Matamoros, el que al paso de las semanas fue desmantelado completa mente.
El campamento de Matamoros, considerado el más grande del mundo, albergaba a 500 migran tes, pero en algunos momentos el número se incrementó. Las familias que allí quedaron por no haber sido incluidas en un padrón para cruzar al lado americano, fueron reubicadas en un albergue Joe Biden permitió que los integrantes del programa de Protocolo de Protección al Migrante (MPP), ingresaran a territorio estadunidense para continuar con sus casos judiciales en territorio es tadunidense.
Tamaulipas cerrará el año con poco más de 10 mil migrantes en las tres ciudades principales de la frontera con Estados Unidos, sin embargo es Reynosa la que alberga al mayor número con alrededor de 7 mil migrantes que viven en albergues y en la calle, los menos, aún pueden pagar un hotel o una habitación de renta.
En Matamoros de acuerdo con el Instituto Tamaulipeco del Migrante, son alrededor de 3 mil los ciudadanos de otros países que están esperan do poder cruzar para solicitar su asilo humanitario. Mientras que Nuevo Laredo, la cifra es de apenas 140 migrantes. México suma este año 588 mil 626 extranjeros detenidos por encontrarse en el país de forma irregular, más del triple que en 2019, cuando se regis traron 182,940 migrantes.
En el caso de Tamaulipas, hasta el mes de oc tubre fueron 8,650 que han sido presentados o ca nalizados a la autoridad de migración, al ser dete nidos sin contar con la documentación que credite su estancia legal en el país. De ellos, 6,471 (75%) fueron presentados a las autoridades y permanecen en estaciones migratorias mientras se lleva a cabo su proceso, mientras que los 2,179 restantes fueron canalizados a los al bergues, casas de migrantes y del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado. Los datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación señala que apenas 10 migrantes fueron deportados, 1,761 devueltos a sus países de origen por retorno asistido y 28 menores fueron retornados a sus países de origen con el apoyo y acompañamiento del DIF.
El país que más personas expulsó por diferentes motivos y detenidos en Tamaulipas fue El Salvador con 2,024, seguido de Venezuela con 1,816, Guatemala (980) y Honduras con 853 migrantes. El perfil de procedencia de los migrantes tam bién varió un poco en este año, luego que se de tuvo a 172 ciudadanos chinos, 33 de Kirguistan que también fueron presentados ante personal del Instituto Nacional de Migración
POR PERLA RESÉNDEZ