CD. VICTORIA, TAM.- Francisco Medrano nació en 1958 en el poblado Hacienda de Lourdes, municipio de San Luis de La Paz, Guanajuato, a los cinco años se mudó a San Luis Potosí, donde nació su pasión por el futbol jugando con su primo, ponían dos piedras y pasaban horas jugando a que uno era “Chava” Reyes y el otro Calderón, figuras de Chivas en aquel momento; pero con el paso del tiempo se volvió americanista.
Esas horas de juego, traerían frutos, pues el hijo de Don Francisco Medrano, Ferrocarrilero de profesión, y de Doña Ramona González, comenzó a mostrar grandes cualidades para jugar al futbol, tanto, que comenzó a tener invitaciones para jugar futbol profesional, situación que a su padre no le hacía mucha gracia. “A los 15 años tuve mi primer trabajo, en los ferrocarriles, a castigo de que no me gustaba ir a la escuela, a los 16 yo ya tenía una invitación de un equipo profesional de San Luis, Los Tuneros, pero no se dio por esa situación, mi papá me metió a trabajar y tuve que cumplir con la obligación…”.
“…Iba a trabajar muy forzado, vuelve a aparecer una oportunidad en Tuneros, ahora sí acepté, le pedí a mi papá que me diera la oportunidad de jugar futbol y dijo que sí, me apoyó mucho, me dio el aval y de ahí comenzó todo en 1976”.
En el siguiente torneo la franquicia de Tuneros desapareció, pero de inmediato fue retomado el proyecto; ahí apareció Medrano, con buenas actuaciones, intensidad y siendo campeón de goleo con 22 tantos, fue destacando y hasta lo eligieron para ser seleccionado de la Tercera División. “Fui seleccionado juvenil para ir al torneo Esperanzas de Toulon, pero no hubo oportunidad de ir”.
En ese momento, llovieron ofertas, primero fueron los Toros de Celaya, con quienes se arregló de palabra, pero en seguida apareció en su vida Don Pepe Mansur, quien lo invitó a participar con Correcaminos en un torneo de universidades en Puerto Vallara.
“El entrenador de Tuneros me dijo que me llevara a Rene Isidoro García, y nos fuimos los dos; agarramos un autobús y nos vinimos a Victoria sin conocer nada, llegamos con suéter y aquí hacia un calorón”, comenta entre risas.
“La Muga” y René fueron piezas claves en el certamen, el plantel de Mansur quedó campeón y al volver a la capital de Tamaulipas, ambos jugadores fueron citados por la directiva. “Fuimos al nueve Matamoros, era el Ingeniero Filizola el Director de Deportes, ya tenían todo listo para firmar el contrato, así ingresamos los dos a Correcaminos para jugar el torneo 1981-1982, fuimos eliminados en semifinales”. En su segunda temporada en el equipo, en la 1982-1983 la UAT recibió una invitación y ascendió de categoría a Segunda “A”.
“Cuando ya quedaban, dos partido, se dieron las combinaciones, yo estaba en San Francisco del Rincón bien tranquilo y en “Acción”, en la TV, anunciaron que la próxima final iba a ser entre Correcaminos y Uruapan, me puse a entrenar, jugamos la final y anoté dos goles, fuimos campeones, apedrearon el autobús pero llegando a Victoria hubo muy buena aceptación de la afición”.
“En la 86-87 me salí con la mía y me fui al Potosino a Primera División, nos fuimos muy ilusionados, tenia muchas ganas de jugar en mi tierra, pero no pude conseguir los objetivos que quería, no jugué estuve de suplente”.
Mientras tanto, el equipo de la UAT, conquistaba el máximo éxito en su historia, el ansiado ascenso a la Primera División, “Vi todos los partidos los vi por televisión, yo deseaba que el equipo ganara, si queda esa espinita de no tener ese logro, por que Correcaminos fue quien me abrió la puerta y llevó a triunfar y ser mejor persona, me quedé con esa espinita de no jugar el ascenso”.
“La Muga” pertenecía a la oncena naranja, terminó ganándose la titularidad en un torneo donde en medio de “situaciones raras”, los tamaulipecos perderían la categoría. Los de Victoria en sí, no se fueron, pues compraron la franquicia de Coyotes Neza y el futbol de Primera se siguió viendo en el Marte R. Gómez. “Llegó Don Carlos Milóc y nos quedamos muy pocos del anterior equipo y llegaron los hondureños, Mendieta, Da Silva y muchos jugadores, muchos de buen nivel y calidad”.
DIRIGIÓ AL “CORRE” EN PRIMERA
En la temporada 1990 le llegó una invitación del equipo Santos, pero asegura “No me dio buena espina”, por lo que prefirió quedarse en Victoria e incorporarse como auxiliar de Don José Mansur, en la reserva.
“En Tercera División, afortunadamente siempre estuvimos en liguillas, sacamos jugadores para el primer equipo, yo creo que en toda la historia de Correcaminos salieron más jugadores en ese tiempo que ahora que hay más infraestructura…” “…jugó en primera División el Gato Alfaro, Rolando Resendez, Jorge Dimas, Mario Sarmioento, el Charro, Miki; Carlos Medina, de tercera división a primera división, ellos brincaron y jugaron, se mantuvieron” En la 94-95 sale del equipo el “Ratón” Ayala, el Presidente Enrique de la Garza le pidió que fuera a Monterrey de interino y empataron a uno en el Tec.
“Regresando del partido me mandaron hablar, llegó Nicolás García, llegué y ya estaba Chuy Bracamontes, de la Garza me lo presenta como nuevo entrenador de Correcaminos, ahí Bracamontes me pidió ser su auxiliar, pero que permaneciera en tercera”.
EL DESCENSO DEL CORRE
El habilidoso ex futbolista reflexiona que con “El Ratón” Ayala comenzó la debacle del equipo y con Bracamontes solo se ganaron tres o cuatro partidos. “El equipo ya estaba descendido, por tabla y puntos ya no lograba nada. Me buscaron a las once de la noche, de la Garza me pidió hablar en ese momento, ya estaba enfrente de mi casa. Dimos una vuelta por todo Victoria, me platicó que corrió a Bracamontes y me dijo que yo iba a continuar como entrenador; yo ya no pude dormir, era un compromiso y responsabilidad enorme”.
“Imagínate si no lo hubiera aceptado, estuviera arrepentidísimo, al final dirigí diez partidos en Primera División, fue una experiencia grandísima”. Durante los últimos encuentros le dio oportunidad a los jóvenes de cantera, por ejemplo, debutó al Charro contera Morelia en el último partido de la UAT en el máximo circuito, “tuvo el gol pero no le atino el menso, él se lo había ganado con su trabajo, rompió récord de goles en tercera”. “Te señalan como si uno hubiera sido el responsable del descenso del equipo, hay parte de gente que no entiende eso, dicen que la Muga lo descendió, a lo mejor yo terminé el proceso, pero el equipo ya venía descendido desde como 15 partidos antes, yo no me sentí mal en ese sentido”.
SE NECESITA MANO DURA EN LAS BÁSICAS
Al cuestionarle sobre si le gustaría volver al equipo de Victoria, señaló con voz firme que, “Me gustaría volver pero a básicas, a formar o a dirigir, se necesita mano dura en las bases, formar como antes; ahora los jugador piensan mas en el peinado, en el auto, ya perdieron la ambición de jugar como se tenía antes, el fútbol es de garra, de carácter, es hasta a veces mal hablado, yo veo que le falta más barril al equipo, más barrio”, finalizó.
POR DANIEL RÍOS