Se agravan secuelas dejadas por el Covid

Victoria

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A cuatro años del inicio de la pandemia del Covid-19, van en aumento las secuelas en la salud mental y física de los tamaulipecos.

Especialistas y autoridades advierten de un incremento en los problemas depresivos, de ansiedad, de socialización, de miedo en más de un 25 por ciento; y la posibilidad de que un 70 por ciento de los pacientes que padecieron la enfermedad presenten secuelas fisiológicas y mentales a futuro.

Vanessa Paz Enríquez, Presidenta del Colegio de Psicólogos Victorenses AC, dijo que “si no contamos con una buena salud mental, no podemos gozar de salud en general”, porque no se puede experimentar bienestar se complica el día a día, lo mismo que las relaciones personales, que se vuelven complejas.

Explicó que hubo muchos rezagos negativos de la pandemia, en el transcurso de y posterior, que además trajo la posibilidad de “visibilizar la necesidad de ir con el psicólogo y disminuir el estigma”, pero que fue resultado de un “sufrimiento”.

Porque se padeció la enfermedad, se tuvieron pérdidas humanas, “mucha gente perdió familia, por las repercusiones en el ámbito laboral, en lo económico y muchas situaciones más que provocaron el despunte de algunas situaciones de salud mental”.

Estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud estima que el 70 por ciento de las personas que padecieron COVID-19, “quedaron con secuelas, es decir de forma posterior van a estar padeciendo problemas fisiológicos de la enfermedad y también a nivel mental”.

La especialista en salud mental, dijo que con la pandemia, hubo una experiencia adversa, porque se sufrió y se tuvo temor por la salud y por la vida, lo que deja huellas en la salud emocional, que ante un riesgo o una amenaza futura en la salud el individuo va a volver a experimentar ansiedad o depresión, ante el recuerdo de las personas perdidas.

Recientemente, el Secretario de Salud de Tamaulipas, Vicente Joel Hernández Navarro, advirtió que tras el paso del Covid-19, las enfermedades respiratorias tienden a agravarse.

“A los que les dio COVID quedaron con secuelas y son muy sensibles a los problemas respiratorios, hay broncoespasmos”, como se recordará, una de las principales afectaciones por COVID-19 se registra en los pulmones.

En ese sentido, hizo el llamado a la población para cuidarse, no confiarse, “nos preocupa mucho la gente que se queda en las calles o en los hospitales”.

Sobre la posibilidad de que las enfermedades respiratorias ahora sean más persistentes o graves, dijo que pese a que no hay un número elevado de muertes, lo que es una realidad es que la consulta se disparó en un 60 por ciento en las últimas semanas y en un 30 por ciento los pacientes con necesidad de quedar internados para su tratamiento y atención médica.

LOS OTROS TRASTORNOS
No solo la depresión y la ansiedad son una secuela, hay otros trastornos del rezago de la pandemia, porque hay marcadas afectaciones en el desempeño académico en general, por el receso de más de dos años en las escuelas, que con la educación a distancia, los planes educativos se vieron afectados.

Además de la interacción social, para muchos infantes en su etapa de socializar fuera de casa, “se tienen que quedar en casa y se limitó el espacio de interacción y les ha costado más trabajo desarrollar sus habilidades de socializar”.

Sobre el uso de tiempo libre y el ocio, dijo que antes de, la población estaba acostumbrada a los espacios abiertos, a ejercitarse; la pandemia modificó la manera de convivir con el entorno.

El encierro provocó que a los jóvenes les cueste más trabajo socializar, o mantenerse distraídos con actividades que no sean los dispositivos móviles, además de las afectaciones en los hábitos de sueño, de alimentación y en las funciones cognitivas, alta de motivación e irritabilidad.

PANDEMIA TRAJO RETRASO COGNITIVO
Sobre este mismo tema, Marcela Rodríguez Jordán, Subsecretaría de Educación Básica en la Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET), reconoció que están trabajando en la identificación de niveles del espectro autismo o retraso cognitivo en infantes.

Luego de la pandemia por COVID-19 y el encierro la dependencia está detectando un mayor caso de infantes con estas condiciones dijo, tras señalar que al detectar más menores con características de autismo, están haciendo revisiones profundas para no caer en diagnósticos equivocados.

Con el apoyo de las autoridades de salud están revisando los casos identificados, porque la falta de convivencia de los infantes o niños de hasta 5 o 6 años, que en pandemia no podían ver y hablar con los abuelos o familiares cercanos, registran problemas de desarrollo, porque no socializaron por dos o tres años.

“Durante la pandemia se les dijo a los niños que no hablaran con adultos, que no salieran, entonces algunos todavía están con esta situación y no necesariamente se trata de un trastorno del espectro autista” (TEA).

Por Nora Alicia Hernández Herrera
Expreso-La Razón