Salomón Solano: de la UAT a la NFL

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CIUDAD VICTORIA, TAM.- “Soy de la Sosa, donde se vive y se goza, la Sosa es mi barrio”, dice sonriendo Salomón Solano, el victorease que de niño soñó con llegar un día a los emparrillados de la NFL y lo logró.

Solano Salazar, toma entre su manos el jersey de los Ravens de Baltimore que portó en el 2008 y recuerda cómo comenzó todo, en su infancia. “De niño mi mamá me mandaba a las tortillas, me iba en bicicleta a la Horacio Terán y ahí me ponía a jugar, en ese tiempo no estaba tan poblada como ahora, la verdad lo que realmente me gustaba, es que vivía cerca de la UAT”.

Y fue precisamente en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde encontró su mayor pasión, esa que lo llevó a traspasar fronteras y hasta a representar a su país, el futbol americano.

“Mi primera `chamba` fue ser aguador del equipo Correcaminos, mi papá fue coordinador ofensivo desde 1992, varias veces me llevó a viajes y en 1995 el equipo fue campeón, yo salgo en esa foto histórica, fue algo impresionante, iban perdiendo contra las Liebres de Ciudad Juárez y le dieron la vuelta”, comparte emocionado.

Desde muy pequeño comenzó a jugar, su primer equipo fueron los Tigres, cuando tenía cuatro años, después los Troyanos, posteriormente Los Jabalíes en la Juvenil. “Mi papá algo que hacía era decirme que no podía hacer las cosas, yo por orgullo lo hacía, cuando tenia diez años, ya jugaba en la categoría de Secundarias, donde hay jugadores que tienen de doce a quince años, en secundarias, a los doce, yo ya jugaba contra los de 16, de Prepas”.

Pero explica que lo más impresionante fue cuando cumplió 15 años y comenzó a jugar en Intermedia contra los de Universidad, era el 2001 y en ese momento su padre se desempeñaba como coordinador ofensivo de Correcaminos de Liga Mayor.

Resulta que en esa pretemporada, el jugador que participaba como “ala cerrada” iba a tener problemas para acudir, así que “Mi papá me dijo que necesitaban entrenar los tiempos con el coreback que era Memo Fierro y me invitaron”.

“Ese año el primer partido de pretemporada se lo ganamos al Tec de Monterrey, una cosa impresionante, ganamos y fue mi primer encuentro de Liga Mayor. Fue el tiempo que mas deporte hice en mi vida, de siete a nueve hacía gimnasio, regresaba a comer y de una tres era el entrenamiento, de cuatro a siete entrenaba con Zorros de Comercio y de siete a nueve jugaba basquetbol con las hormigas de profesor Hermelando”.

Lo del baloncesto pudo trascender de manera importante, pues “En el 2003 Manuel Raga me convocó para ser uno de los victoreases que jugarían con Correcaminos de la LNBP, pero rechacé esa oportunidad por que mi papá ya quería que me metiera de lleno al americano y me decidí por ahí”.

En el 2004 ya había jugado una temporada de Mayor y viendo un programa de ESPN, se enteró de la existencia de la Selección Juvenil Mexicana de Futbol Americano, que jugaba contra Japón y Estados Unidos.

“Mi papá tenía un amigo en la ONEFA y nos dijo que el siguiente viernes serían las pruebas finales, me mandó en un autobús, yo tenia 17 años, entré a la prueba y la pasé, ese día, en la primera jugada `planché` al mejor de ese tiempo, yo les digo en mis conferencias que a veces es mejor no saber a quien te enfrentas, gracias a ese boqueo todos los entrenadores me voltearon a ver y ese año fui a Houston a jugar el Mundial Juvenil, soy el único tamaulieco que ha ido a dos mundiales, uno juveniles y uno Senior, fue bien bonito”.

“Ese año el equipo de comercio no tenia una camada tan grande, ganamos la final de la LUFUAT, yo hice la jugada del partido, esa jugada me cambió la mentalidad, la forma en la que la gente me veía aquí, fue muy bonito mi ultimo partido con Zorros y haciendo la jugada del campeonato, me retiré de la mejor manera, fui afortunado…”.

“…Los muchachos con los que jugué son mis hermanos, el campeonato no lo hice solo, todos luchamos, somos una familia, nadie apostaba por nosotros”.

En el 2005 acudió a un Mundial más con la Selección Mexicana y en el 2006 tuvo ofrecimientos del Tecnológico de Monterrey “Pero no me dejaron salir”.

Tras unos días donde se “agüitó” y hasta pensó en dejar de jugar, fue convencido de volver y a una semana de comenzar la pretemporada, se puso a entrenar, “En el primer partido, en la Universidad Anahuac del Sur, se me acercó un español y me dijo que me veía condiciones y que él me veía en la NFL Europa, me pidió mis datos y me dijo que me llamaría”.

“Llegó el día, vino una persona de Alemania y otra de Inglaterra a hacer el try out, me informaron que iría a probar a Tampa Bay; no le dije a nadie que iba a realizar esa prueba, ni a mis papás”.

Ahí el jugador de Correcaminos de Liga Mayor fue seleccionado por el equipo Rhein Fire de Alemania y comenzó así su historia en la NFL Europa.

“Mi primer año fue malo, al siguiente ya no perdía mi tiempo, me apliqué y me enfoqué en crecer, tuve buenos números pero tenia 21 años, estaba muy chico, las últimas semanas comencé a jugar agresivo y repartí lluvia de golpes legales, cuando termina la temporada el agente me pide datos y me habla una persona de Alemania, me dice que me iría a los leones de Detroit”.

“Me volví loco, celebré con todo, mi familia hizo dos fiestas, una aquí y una en Monterrey, cuando logras el objetivo que tuviste desde niño, te auto realizas, ya no hay envidias en mí, lo que quería lo logré”

“Mi papá daba clases en comercio, yo le hablo a las 7:50, le dije que me iba a Detroit, en ese momento detiene su clase, pasó por mí, nos abrazamos, con mi mamá también, fue algo muy padre”.

Salomón Solano Salazar afirma que una de las cosas que lo hacen más feliz, es que casi la mayor parte de las metas que se ha propuesto, las ha conseguido, para eso, asegura fue fundamental el apoyo de mucha gente que estuvo desde su formación, iniciando por sus padres y hermanas.

“A veces lo más difícil es no intentarlo, había muchos que jugaban mejor que yo, pero cuando se enteraban de lo que se tenia que sacrificar, ya decían que mejor no; cuando la oportunidad llega tienes que estar en el lugar correcto y preparado, yo me acostumbré siempre a estar listo”.

Tras su participación con los Ravens, jugó con el Utah Blaze de la Arena Football League2​ y los Green Bay Blizzard de la Indoor Football League. Fue el entrenador en jefe de la Selección Nacional en el Mundial 2009. También fue Coach de la Selección Mexicana y de la Selección Resto del Mundo.

Así mismo, se convirtió en Head Coach de Correcaminos de Liga Mayor y actualmente comanda los equipos de los Búhos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

Sus partidos en los emparrillados, lo han llenado de alegrías y experiencias que han sido maravillosas, pero tiene claro que “La familia es lo mas importante, mi hijo me va a tener siempre aquí, para mí él es un orgullo, estoy muy feliz. Cuando doy clínicas y campamentos, le enseño a los muchachos que sí se puede, las cosas se pueden lograr, con sacrificio y trabajo se consigue y esto es muy satisfactorio. Los sueños, sí se pueden cumplir”.

POR DANIEL RÍOS