CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- De las 48 guarderías subrogadas por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social, 12 han tenido que cerrar debido a los altos costos de operación, lo que ha dejado sin servicio a más de 1600 infantes en la entidad.
Representantes de los administradores de estas guarderías aseguran que sus gatos han aumentado de manera considerable, y no así los recursos que reciben del parte del IMSS.
Aseguran que si el IMSS no actúa de manera justa con las 1,190 guarderías que le brindan el servicio aproximadamente a 225,000 pequeños a nivel nacional, y no les paga lo suficiente para subsistir, estarán en riesgo de cierre muchas de ellas.
Elías Dajer Fadel, líder del Grupo Nacional de Trabajo de Guarderías Subrogadas, señaló que entre 2018 y 2024, los costos de operación han aumentado mucho, y la cuota que las guarderías subrogadas reciben de parte del IMSS solo ha recibido incrementos inflacionarios que resultan insuficientes para cubrir los costos operativos de las guarderías subrogadas.
Asegura que el rubro más importante que tienen que cubrir las guarderías es la nómina, y éste no se ha tomado en consideración apropiadamente desde el 2018.
La nómina ha aumentado en un 125% por ciento desde el 2018 a la fecha, mientras que las cuotas paga el IMSS solamente ha aumentado un 41% en el mismo periodo de tiempo.
El Grupo Nacional de Trabajo de Guarderías Subrogadas indicó que los fondos que utiliza el IMSS son 100% de aportaciones patronales, y que en teoría el IMSS debería erogar el 100% de lo recaudado para guarderías, exclusivamente en guarderías. Aseguraron que actualmente existe un subejercicio en ese rubro de $15 mil millones de pesos anuales.
Ante este panorama, más de 500 guarderías a nivel nacional se han organizado para dar a conocer que mientras los prestadores de servicio de guarderías están sufriendo a punto de la quiebra y del cierre de sus guarderías, exigen que los $15 mil millones se utilicen para el fortalecimiento de las guarderías subrogadas para el beneficio de los hijos de madres y padres trabajadores.
Por Staff
Expreso-La Razón
