CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Con un nudo en la garganta y el alma rota, la familia Montalvo despide a Jesús Alejandro, un joven de 17 años cuya luz se apagó esta mañana, tras varios días aferrándose a la vida con una fuerza que conmovió a todos los que lo conocieron.
Estudiante del CBTis 24, músico talentoso en la rondalla y taekwondoín disciplinado, Jesús Alejandro era un alma noble con sueños grandes. Su vida, llena de promesas, se vio interrumpida por un derrame cerebral provocado por un aneurisma, una lucha que evidenció las graves carencias del sistema de salud.
Durante días, su familia golpeó puertas buscando respuestas, mientras los síntomas avanzaban sin que los médicos del ISSSTE le brindaran la atención que necesitaba. El tiempo, ese enemigo silencioso, jugó en su contra. Cuando por fin se descubrió la gravedad de su condición, la esperanza pendía de un hilo.
La cirugía realizada por el Dr. René Martínez fue un destello de esperanza en la oscuridad, pero las horas perdidas fueron irreparables. Jesús Alejandro permaneció en terapia intensiva, sostenido por un respirador, mientras su familia enfrentaba la angustia y los gastos que se acumulaban día tras día.
Hoy, su partida deja un vacío imposible de llenar. Su sonrisa, su música y su espíritu de lucha quedan grabados en la memoria de quienes lo amaron. Su historia se convierte en un llamado urgente a la reflexión sobre la falta de atención oportuna que tantas vidas ha cobrado.
La comunidad se une al dolor de la familia Montalvo, recordando a Jesús Alejandro como un joven lleno de luz, que soñaba con un futuro que le fue arrebatado demasiado pronto.
Descansa en paz, Jesús Alejandro Montalvo. Tu corazón dejó de latir, pero tu legado vivirá por siempre.
Por Raúl López García