Esta es la cantidad de huracanes que la NOAA pronostica en el Atlántico este 2025

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CIUDAD DE MÉXICO.Con apenas días para el inicio oficial de la temporada 2025, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) advirtió que el Atlántico podría generar entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales 6 a 10 alcanzarían categoría de huracán con vientos mínimos de 119 km/h (74 mph) y 3 a 5 se intensificarían a huracanes mayores, es decir, categoría 3 o superior con vientos sostenidos de al menos 179 km/h (111 mph).

“Hay un 60 % de probabilidades de tener una temporada por encima de lo normal”, afirmó la administradora interina Laura Grimm al presentar el parte junto al director del Servicio Meteorológico Nacional Ken Graham en las afueras de Nueva Orleans, ciudad símbolo de las cicatrices que dejó Katrina hace dos décadas.

Un año “por encima de lo normal” significa rebasar el promedio climatológico 1991-2020, que se ubica en 14 tormentas, siete huracanes y tres huracanes mayores. La previsión de este jueves, similar a la que NOAA ofreció en 2024 —acertó “con precisión”, recordó Grimm— mantiene a residentes y autoridades en el Caribe y la costa estadounidense en modo de alerta temprana.

¿Por qué el 2025 apunta a que tendremos más huracanes?

La NOAA y centros académicos citan una “confluencia de factores”. Sin el efecto de El Niño (que suele sofocar la actividad) ni La Niña (que la dispara), el Pacífico ecuatorial se mantiene en fase neutra. Eso implica cizalladura de viento más débil en el Atlántico, condición que deja florecer tormentas tropicales. Por ende, aguas más cálidas de lo normal hacen que las superficies oceánicas cargadas de calor actúan como combustible. El Atlántico tropical ya registra anomalías de +0.8 °C, según datos satelitales.

También el monzón de África occidental. Se espera una temporada activa de ondas del este africano, semilla de muchos ciclones “cabo-verdianos” que cruzan todo el océano. Además, la baja cizalladura vertical y alta humedad. Ambos ingredientes favorecen que las tormentas mantengan su estructura y se intensifiquen.

“Todos estos elementos tienden a favorecer la formación de tormentas tropicales”, resumió NOAA en su comunicado oficial.

El meteorólogo Andy Hazelton, de la Universidad de Miami, consultado por CBS, calificó la proyección como “bastante razonable”, señalando que la magnitud exacta dependerá de la temperatura del Atlántico: si persiste el calentamiento, la cuenta final podría acercarse al extremo alto —19 tormentas—, mientras que un enfriamiento la acercaría al límite inferior.

La nueva perspectiva llega tras un 2024 devastador —18 tormentas, once huracanes y cinco huracanes mayores— que dejó más de 400 fallecidos y se convirtió en la tercera temporada más costosa desde que existen registros ajustados a la inflación. “Con más de 400 fatalidades, 2024 fue la temporada de huracanes más mortífera desde 2005”, recordó Michael Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes (NHC).

Entre las tormentas de 2024, Helene golpeó Florida con ráfagas de 240 km/h, y Milton arrasó parte de Carolina del Sur; ambas ilustran un peligro creciente: la rápida intensificación.

“Los huracanes más fuertes son los que se desarrollan más rápidamente”, advirtió Brennan. Eso deja menos horas para evacuar.

La Universidad Estatal de Colorado proyecta 17 tormentas, nueve huracanes y cuatro huracanes mayores (aprox. 125 % de la actividad promedio). AccuWeather prevé 13-18 tormentas y 7-10 huracanes; The Weather Company habla de 19 tormentas, nueve huracanes y cuatro de gran intensidad. Todos coinciden en un denominador común: 2025 se ubicaría sobre la media de 30 años, aunque por debajo del hiperactivo 2024.

Recortes en la NOAA, ¿talón de Aquiles?

Mientras la NOAA presume avances —su modelo HAFS tendrá este año otra actualización para afinar 5% la trayectoria—, algunos científicos temen que los recortes federales erosionen la capacidad de pronóstico. “Un poco de información faltante podría ser la diferencia entre un pronóstico exitoso y uno inexacto”, alertó James Franklin, exjefe de operaciones del NHC. Phil Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), coincidió: la pérdida de datos de globos o boyas “podría reducir la precisión” aunque el impacto real aún es incierto.

La NOAA ha visto cientos de jubilaciones y despidos desde 2023 bajo la iniciativa federal de eficiencia, obligando a algunas oficinas a recortar los lanzamientos diarios de radiosondas.

Graham reconoció el reto: “En mis 30 años en el Servicio Meteorológico Nacional, nunca hemos tenido modelos tan avanzados, pero también necesitamos la observación in-situ”.

¿Cuáles serán los nombres de la temporada de huracanes 2025?

La lista de 21 nombres arranca con Andrea y termina en Wendy. Si se agotara —algo que solo ocurrió en 2005 y 2020— se echará mano de una lista complementaria con el alfabeto griego. Para muchos, los nombres evocan tragedias recientes: de Harvey (2017) a Helene (2024). La Organización Meteorológica Mundial es quien determina qué nombres quitar de la lista, que suele estar reservado para los huracanes que generaron mayor daño, tanto material como de víctimas.

Nombres para huracanes en el Atlántico

•Andrea

•Barry

•Chantal

•Dexter

•Erin

•Fernand

•Gabrielle

•Humberto

•Imelda

•Jerry

•Karen

•Lorenzo

•Melissa

•Néstor

•Olga

•Pablo

•Rebekah

•Sebastien

•Tanya

•Van

•Wendy

Nombres para huracanes en el Pacífico (inició el 15 de mayo)

•Alvin

•Barbara

•Cosme

•Dalila

•Erick

•Flossie

•Gil

•Henriette

•Ivo

•Juliette

•Kiko

•Lorena

•Mario

•Narda

•Octave

•Priscilla

•Raymond

•Sonia

•Tico

•Velma

•Wallis

•Xina

•York

•Zelda

¿Qué papel juega esta vez la crisis climática?

Existe un consenso robusto de que el calentamiento global no necesariamente aumenta el número total de tormentas, pero sí la probabilidad de que alcancen categoría mayor. Estados Unidos ha experimentado un huracán categoría 4 o 5 en seis de los últimos ocho años; “una de las frecuencias más altas registradas desde 1851”, subraya el climatólogo Adam Smith, autor de la base de desastres de mil millones de dólares que la propia NOAA pausó este mes.

Grimm fue tajante: “Prepárense ahora y manténganse listos durante toda la temporada”. Las autoridades instan a revisar planes de evacuación, reforzar techos, almacenar víveres para al menos tres días y chequear pólizas de seguro, especialmente en áreas costeras del Golfo y el sureste, donde la CSU eleva la probabilidad de impacto de un huracán mayor a 33 % (promedio histórico 27 %).

El pronóstico de mayo es solo el punto de partida. La NOAA podría actualizarlo en agosto —pico climático de huracanes— si la temperatura del Atlántico o el estado ENSO (Estatus de El Niño) cambian drásticamente.

“Este pronóstico es un llamado a la acción: estén preparados. Tomen medidas proactivas ahora”, insistió Graham, recordando que la temporada oficial se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, pero que, con mares cada vez más cálidos, las tormentas han comenzado a formarse tan pronto como mayo en los últimos años.

Para las comunidades que aún reparan techos tras Helene o Milton, la advertencia suena conocida y urgente: el Atlántico vuelve a cargar energía, y —si la ciencia no se equivoca— 2025 servirá más tormentas de lo que dicta la media. La ventana para blindarse es corta; la temporada, larga.

Con información de EXCÉLSIOR