M\u00c9XICO.- Con la llegada de la primavera en marzo, aparece el calor, crecen las flores y la naturaleza se renueva por un a\u00f1o m\u00e1s. Cada vez que los \u00e1rboles se llenan de jacarandas y las banquetas de lila, sabemos que es hora de quitar nuestros sarapes de la cama.<\/p>\n
Y aunque muchos lo crean, las jaracrandas no son de M\u00e9xico. Este \u00e1rbol de hermosas flores entre azules y moradas es originario del sur del continente. Aqu\u00ed les dejamos la historia de c\u00f3mo llegaron a nuestro pa\u00eds<\/p>\n
Curiosamente, un japon\u00e9s y su hijo ser\u00edan los encargados de traer la belleza de las jacarandas a M\u00e9xico. Tatsugoro Matsumoto fue un talentoso jardinero que lleg\u00f3 al continente americano pisando primero el territorio del Per\u00fa.<\/p>\n
Despu\u00e9s se traslad\u00f3 a nuestro pa\u00eds para quedarse a vivir aqu\u00ed hasta su muerte, a los 94 a\u00f1os de edad.<\/p>\n
Matsumoto se hizo c\u00e9lebre por su trabajo. Durante el gobierno de Porfirio D\u00edaz se encarg\u00f3 del dise\u00f1o y el cuidado de los jardines de las casas de la entonces nueva y lujosa Colonia Roma.<\/p>\n
Era experto en ueki-shi (arte de jardiner\u00eda o paisajismo japon\u00e9s) se har\u00edan famosos y lleg\u00f3 a ser invitado por Don Porfirio para embellecer los jardines del Castillo de Chapultepec (la entonces residencia presidencial) y sus alrededores.<\/p>\n
Al ser ya un reconocido jardinero, se le encargaron otros trabajos. Para el Centenario de la Independencia en 1910, hizo un jard\u00edn con un lago artificial para el Palacio de Cristal (ahora el Museo Universitario del Chopo), el que adorn\u00f3 una exposici\u00f3n organizada por los delegados de Jap\u00f3n en M\u00e9xico. Tambi\u00e9n dise\u00f1\u00f3 un jard\u00edn oriental para la Hacienda de San Juan Hueyapan, en Hidalgo.<\/p>\n
En esos d\u00edas, el hijo de Tatsugoro, Sanshiro Matsumoto, llegar\u00eda para encontrarlo ya establecido en M\u00e9xico. El padre hab\u00eda prometido volver a su natal Jap\u00f3n, pero primero vino su hijo a buscarlo. Entre los dos montaron un pr\u00f3spero negocio de jardiner\u00eda en la Colonia Roma, pero entonces llegaron los tiempos de la Revoluci\u00f3n Mexicana.<\/p>\n
Aunque el conflicto revolucionario dur\u00f3 siete largos a\u00f1os, los Matsumoto conservaron su prestigio y su cercan\u00eda con el gobierno mexicano. Terminada la Revoluci\u00f3n, el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio pidi\u00f3 al gobierno japon\u00e9s la donaci\u00f3n de \u00e1rboles de cerezo, pues qued\u00f3 maravillado por su belleza al verlos en una visita a Washington D.C.<\/p>\n
Se pidi\u00f3 consejo a Matsumoto. Ya durante la presidencia de \u00c1lvaro Obreg\u00f3n, el jardinero determin\u00f3 que ser\u00eda dif\u00edcil que los cerezos se dieran con el clima de la ciudad y recomend\u00f3 como sustituto a la jacaranda, originaria de Brasil (jacarand\u00e1 en portugu\u00e9s), la que conociera durante su viaje a Sudam\u00e9rica.<\/p>\n
As\u00ed se sigui\u00f3 su consejo y se realiz\u00f3 el proyecto de la siembra de \u00e1rboles de jacaranda para embellecer distintos lugares de la ciudad. Y las jacarandas prosperaron en M\u00e9xico. Por eso cada primavera podemos ver a la CDMX te\u00f1ida de lila, muy jacarandosa.<\/p>\n
Matsumoto compr\u00f3 la Ex-Hacienda de Temixco, en Morelos y durante la persecuci\u00f3n de japoneses por parte del gobierno norteamericano, despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial, se encarg\u00f3 de dar albergue a sus compatriotas, sin abandonar la jardiner\u00eda.<\/p>\n
Ya es costumbre ver jacarandas por el Palacio de Bellas Artes, el Paseo de la Reforma, el Bosque de Chapultepec, el Monumento a la Revoluci\u00f3n o Ciudad Universitaria, entre otros muchos lugares, lo que \u2014gracias a un jardinero japon\u00e9s que marc\u00f3 nuestra historia\u2014 hace de la ciudad un hermoso jard\u00edn lleno de frescura.<\/p>\n
CON INFORMACI\u00d3N DE SOPITAS<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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